La grosella es la fruta del verano. Lo malo es que dura muy poco y no se encuentra muy facilmente en otras temporadas. Por eso, para disfrutar de su sabor agridulce en la cocina todo el año, la mejor opción es congelarla, o hacer mermelada, para tener siempre unas cucharadas a mano.
Ingredientes :
- 1kg de grosellas rojas o blancas
- 450 gramos de azúcar
- 1/2 vaso de agua
Poner las grosellas en una olla a fuego lento, con el 1/2 vaso de agua. Dejarlas en el fuego hasta que la piel se rompa. Pasar todo por el pasapuré para eliminar las semillas, añadir el azúcar y dejar a fuego vivo unos 15 a 20 minutos. Quitar la espuma de vez en cuando, y cuando ya no se forme más espuma, sacar del fuego.
Verter en potes, cubrir con la tapa y dejarlos boca abajo al menos una noche.
Verter en potes, cubrir con la tapa y dejarlos boca abajo al menos una noche.
Veggie+ : las grosellas son una mina de vitaminas, A, B y C en especial. Aunque siempre sea mejor consumirlas frescas, tambien contienen cantidad de minerales que resisten a la cocción, entre otros el calcio y el potasio, muy recomendables para prevenir los calambres y la debilidad muscular en general.
Saber más sobre las grosellas.
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